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Integrantes de la Policía Nacional agreden a cinco periodistas en Bogotá
El 16 de mayo de 2024, cinco periodistas de distintos medios fueron agredidos por miembros de la Policía Nacional mientras cubrían la noticia del asesinato del coronel retirado Élmer Fernández, director de la cárcel La Modelo de Bogotá. A pesar de que los periodistas se identificaron como miembros de la prensa, los policías intentaron detener su trabajo, lo que obligó a algunos a retirarse sin terminar la cobertura.
Los reporteros afectados fueron Juan Diego López y Mauricio Dueñas, de EFE; Mauricio Alvarado, de El Espectador; Esteban Vega, de Semana; y Ernesto Mercado, periodista freelance. Estos periodistas se encontraban en el puente de la calle 80 con carrera 30 cuando los policías intentaron en múltiples ocasiones bloquear sus cámaras e impedir la grabación y toma de fotografías. Además, varios de estos funcionarios agredieron físicamente a los reporteros: Mercado y Vega fueron golpeados, Dueñas y López recibieron golpes en el pecho, y Alvarado fue empujado hasta caer. Las agresiones fueron captadas en video.
Aunque la Policía Nacional respondió rápidamente y rechazó lo ocurrido, su comunicado no incluyó todas las agresiones sufridas por los periodistas.
Consecuencias:
Las agresiones e intimidaciones contra periodistas tienen consecuencias devastadoras que van más allá de los individuos afectados, impactando negativamente en la libertad de prensa, la transparencia, la justicia, la democracia, y la sociedad en su conjunto. Proteger a los periodistas y garantizar su seguridad es esencial para mantener una sociedad informada, justa y democrática.
¿Qué crees que podría pasar en el mundo si más periodistas cedieran ante la intimidación en lugar de continuar con su trabajo frente al peligro?
Existiría un debilitamiento en la libertad de prensa y de información, afectando la democracia, lo que podría generar un aumento en la corrupción, la desinformación, y el autoritarismo. Se restringiría el flujo de la información y se forjaría una autocensura que perjudica el derecho fundamente de la libertad de expresión.
<b>Reflexión:</b>
Este incidente pone en evidencia la fragilidad de las garantías para el ejercicio libre del periodismo en situaciones críticas, muestra los peligros que enfrentan constantemente los periodistas.
El papel de la prensa es fundamental en cualquier democracia; los periodistas ofrecen a la ciudadanía la información necesaria para tomar decisiones informadas y ejercer su derecho a la participación en la vida pública. Cuando se les impide realizar su trabajo a través de la intimidación y la violencia, no solo se lesiona su integridad física, también se debilita el derecho de la sociedad a estar informada.
La omisión o minimización de estos actos envía un mensaje peligroso: que el ejercicio del periodismo puede ser limitado arbitrariamente y sin consecuencias para los agresores. Esto no solo fomenta un ambiente de impunidad, también debilita la confianza en las instituciones encargadas de proteger los derechos fundamentales.