Entramos en Hipermedión, un lugar en el que se altera la percepción de la realidad y experimentamos el cruce de varias dimensiones. Una vez pasamos por la zona de gravedad cero me encuentro frente a un espejo interdimensional. Es como un oráculo en el que se reflejan múltiples realidades y personas. Me detengo y noto que las imágenes que proyecta son versiones mías, pero con características que nunca antes había notado. En una tengo un atuendo diferente, en otra me cambia el tono de la piel, me muevo un poco y aparezco con un peinado alternativo. Mientras tanto, Tuki se refleja con alas de otros colores y le salen antenas brillantes y otras formas y tamaños…
—¡Qué curioso!, Tuki.
Es un espejo distorsionador.
De pronto, una voz digital dice:
—Las etiquetas y los estereotipos son como fragmentos de cristal que se rompen y se reconstruyen constantemente. La verdadera ciencia cuestiona las apariencias, explora las diversas facetas de la identidad y reconoce que somos mucho más que una imagen fija.
Wow. Seguimos nuestro camino porque al fondo entre los espejos una luz nos llama.
Hola soy Beatriz Valdés de la Fundación para la Libertad de Prensa.
No importa si estamos en tiempos de guerra o de paz, tendemos a construir estereotipos sobre las diferencias. Los estereotipos son juicios negativos sobre personas que no hacen parte de nuestro grupo social cercano y están basados en el lugar de origen, género, color de piel, orientación sexual, religión, edad, condición socioeconómica o inclinación política.
Los estereotipos no aparecen de la nada: se basan en ideas preconcebidas que se han popularizado a través del tiempo. Por ejemplo, algunos colombianos que han viajado al extranjero han enfrentado el estigma de pertenecer a un país que produce narcóticos. Entre los habitantes de distintas regiones del país, es común hacer chistes sobre la pereza, la viveza o la pasividad de las personas en algunos lugares. En algunos medios, la población afro o indígena solo aparece en las noticias como víctima o destinada al trabajo doméstico. Y ni qué decir cuando se representa a las mujeres como el sexo débil, o a la población LGBTQ+ como extravagante y en riesgo.
La información producida por los medios o en las redes sociales también ha contribuido a reforzar estos falsos imaginarios. El peligro de estos mensajes es que conducen a la discriminación, el maltrato y la violencia en la vida real.
Hay cinco razones obvias por las que los estereotipos son dañinos y deberíamos combatirlos:
Primero: Perpetúan los prejuicios. Los estereotipos suelen generalizar las ideas negativas sobre grupos de personas. Esto puede generar discriminación. Por ejemplo, un titular de prensa que resalta el atractivo físico de una mujer en la política refuerza el sexismo, reduce sus habilidades a su apariencia y define un estándar imaginario de belleza.
Segundo: Limitan la individualidad. Los estereotipos asumen que todas las personas dentro de un grupo tienen las mismas características y comportamientos, lo que no es cierto. Una persona puede seguir a un grupo de rock, ser fanático de un equipo deportivo, ir a una iglesia y no comer carne. Pero su identidad no obedece a uno solo de esos factores.
Tercero: Producen desconfianza en sí mismo. Los estereotipos producen lo que los psicólogos han llamado la “amenaza del estereotipo”, que se refiere al miedo de hacer algo que confirmaría las percepciones negativas de un grupo estigmatizado del que somos miembros. Hay estudios que demuestran que cuando las personas están expuestas a ideas negativas sobre su grupo pueden internalizar esas creencias y comportarse paradójicamente en consecuencia, como si se tratara de una profecía autocumplida.
Cuarto: Contribuyen a la desigualdad social. Los estereotipos a menudo refuerzan los desequilibrios de poder y las relaciones desiguales. Por ejemplo, hace unos años una revista conocida del país publicó la foto de un grupo de mujeres blancas que eran asistidas por el servicio de mujeres afrodescendientes. La fotografía generó un revuelo sobre la persistencia del racismo y la dominación ejercida históricamente por la población blanca.
Y quinto: Dificultan la comprensión del otro. Los estereotipos nos impiden empatizar con las personas que consideramos diferentes. En cambio, nos alientan a verlos como separados del colectivo humano y atizan la mentalidad de confrontación ‘nosotros contra ellos’. Esta separación arruina la posibilidad de aceptación.
Esta forma de ver el mundo simplifica el pensamiento y evita el esfuerzo de pensar de manera compleja. Es por eso que los estereotipos se vuelven tan comunes y a menudo los aceptamos como verdades absolutas. Es lo que la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie ha llamado “El peligro de la historia única”, una versión narrativa que deja por fuera todos los matices, las otras voces y las particularidades.
Combatir los estereotipos comienza por hacerse consciente de los propios prejuicios, esto exige construir puentes con los otros para una mayor comprensión de la diferencia, escuchar activamente la historia y las opiniones de los demás y partir de que una persona o una comunidad es mucho más compleja de lo que imaginamos. Estos primeros pasos son la clave para trabajar hacia una representación más justa y precisa de las personas y para poder exigir a los medios de comunicación una mayor calidad y diversidad en sus informaciones.
Tip 1. Reconocer los propios prejuicios: el primer paso para combatir los sesgos es darse cuenta de los propios estereotipos y prejuicios.
Tip 2. Construir puentes: conectar e intercambiar ideas con personas diferentes ayudas a derribar los prejuicios y a promover la inclusión social.
Tip 3. Escuchar activamente: prestar atención a las historias y opiniones de los demás fortalece las habilidades de comunicación y comprensión.
Tip 4. Abrazar la complejidad: las personas y las comunidades son mucho más complejas de lo que parecen a simple vista, apreciar la diversidad y la individualidad impide que caigamos en la trampa del estereotipo simplista.
Tip 5. Exigir diversidad en los medios: abogar por una representación justa y precisa de las personas en los medios de comunicación y exigir mayor calidad y diversidad en las informaciones que consumimos nos da una visión más completa y equilibrada de la realidad.
El peligro de la historia única. (Ngozi Adichie, Chimamanda): En esta conferencia, la escritora Chimamanda reivindica comparte sus experiencias personales como escritora y como inmigrante para mostrar cómo los relatos únicos pueden generar estereotipos, prejuicios e ignorancia sobre la realidad de los otros. Adichie alerta sobre el peligro de reducir la complejidad humana a una sola historia, que suele ser la que cuenta el poder, y nos invita a buscar y escuchar las múltiples historias que existen y que nos enriquecen.
Estereotipos sociales y medios de comunicación: un círculo vicioso. (Gamarnik, Cora Edith ⎮Universidad de Buenos Aires ): En este artículo académico, la autora aborda las preguntas cómo: qué es un estereotipo, por qué se instalan con éxito en el imaginario social, cuáles son los riesgos de este éxito y si es posible modificarlos.
Espejito, espejito, ¿quién es la más linda? (Canal Encuentro ⎮YouTube): Este video del programa Seguimos Educando para Secundaria Básica de Argentina hace una descripción crítica de cómo se han configurado estereotipos de belleza a través de los medios de comunicación y la historia. Es un recurso valioso para profesores interesados en generar discusiones en el aula.
Intolerancia a la ambigüedad. (DIP): Este video hace parte de la serie de Detox Information Project, que busca desintoxicar la información. Basados en las ciencias del comportamiento, los realizadores confrontan a dos personas de ideologías distintas para que identifiquen sus propios prejuicios. El resultado es sorprendente.
Hemos visto que los estereotipos son simplificaciones de la realidad. Ahora vamos a reflexionar sobre cómo identificarlos y cómo podemos superar estas visiones sobre los demás. Responde las siguientes preguntas de acuerdo a tu propia experiencia.
¡Plazo máximo hasta el 27 de octubre para realizar esta actividad! Después de esta fecha tu entrega no será calificada y no podrás realizar la entrega.
Frente al espejo cuántico, Vera y Tuki aprendieron la importancia de cuestionar los estereotipos. En su próxima aventura encontrarán una inmensa esfera flotante que promete enseñarles qué son los sesgos cognitivos. ¿Qué otros desafíos les esperan en este mundo de información distorsionada?