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Para el año 2019 la FLIP denuncia la persecución, amenaza y hostigamiento que se adelantaba en contra de los periodistas ambientales Alberto Castaño y María Lourdes Zimmerman, como reacción a las investigaciones periodísticas relacionadas con el aumento de cultivos ilícitos en el Cauca, asesinatos a lideres ambientales, deforestación y quema de bosque en el Guaviare y Meta. Los hostigamientos consistían en acoso por redes sociales, persecución, acercamientos agresivos en lugares públicos, llamadas y mensajes donde se exigía que abandonaran el territorio y sus actividades investigativas. A pesar de que la FLIP adelanto tramites en la Unidad Nacional de Protección (UNP) para evaluar el nivel de riesgo de los periodistas y establecer las medidas de seguridad necesarias, nunca se comunicaron con ellos, La FLIP solicita a la fiscalía adelantar las investigaciones pertinentes para el esclarecimiento y establecimiento de medidas judiciales que protejan la vida de los periodistas y la libertad de prensa. Como consecuencia a las amenazas los periodistas tuvieron que exiliarse para proteger sus vidas.
Los mecanismos de persecución y amenazas además de ser sistemáticos se relacionan en los niveles de beligerancia, que aumentan significativamente cuando los periodistas realizan su labor en pequeños territorios con altos niveles de conflictividad. Cuando las noticias que se presentan afectan las economías ilegales o los intereses de grupos de poder poniendo en evidencia situaciones de injusticia y faltas de garantías de derechos, los periodistas además de recibir el asedio de grupos criminales son abandonados por las instituciones del estado, que son las encargadas de velar por su seguridad. En la medida en que la ciudadanía se convierta en un sujeto activo en el reclamo de sus derechos, y en la protección de las personas a las que le son vulnerados, se pueden transformar esas condiciones de injusticia; si intentamos poner el foco en los periodistas regionales que son amenazados o han sido asesinados no encontramos con cifras abrumadoras y escandalosas, la vigilancia que proporciona la atención de la ciudadanía frente a casos de injusticia también es vital para fortalecer el reclamo por la protección del derecho a la vida, la libre expresión y a la libre prensa, es allí donde la educación mediática cumple un papel fundamental a la hora de conocer nuestra realidad y reclamar colectivamente nuestros derechos.