Respuesta a: Semana 3 – Los periodistas en la mira

El caso que investigué trata sobre el asesinato del periodista **Felipe Guevara**, quien trabajaba en el periódico *Q’Hubo* de Cali cubriendo temas judiciales desde 2017. Felipe había denunciado a bandas delincuenciales, como “Los Pitbull”, que operaban en su barrio, **Mariano Ramos**. A raíz de estas denuncias, comenzó a recibir amenazas que se intensificaron cuando investigó el asesinato del sobrino de la deportista **María Isabel Urrutia**, donde implicó a esta banda. La intimidación incluyó disparos contra la casa de sus abuelos, donde vivía en ese momento. Aunque la Fiscalía le otorgó protección policial, el miedo lo obligó a irse del barrio. Sin embargo, en 2020 decidió regresar con su familia, pero meses después fue asesinado con varios disparos cerca de su casa. Finalmente, un menor de edad fue capturado como presunto responsable del homicidio.

Este asesinato tuvo graves consecuencias. No solo significó la pérdida de un periodista comprometido con su comunidad, sino que también afectó el derecho de la sociedad a estar informada sobre lo que ocurre realmente en sus barrios. Además, generó miedo entre otros periodistas y la comunidad, ya que mostró que denunciar a los criminales puede costar la vida.

Si más periodistas cedieran ante la intimidación, el mundo sería un lugar más peligroso y corrupto. Sin periodistas dispuestos a denunciar la verdad, las personas no sabrían lo que realmente ocurre en sus comunidades, y los abusos de poder, la corrupción y la violencia seguirían creciendo sin control. La gente perdería una de las pocas herramientas que tiene para exigir justicia y transparencia. Los periodistas son cruciales para mantener informada a la sociedad y, si no pueden hacer su trabajo por miedo, todos estaríamos mucho más indefensos frente a los criminales o a quienes abusan de su poder.