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Cordial saludo
He indagado precisamente sobre un caso de intimidación a un periodista de la ciudad de Cali, él es Fransuá Martínez. La entrevista a la que recurrí fue publicada en la página de UTADEO Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano por La Liga Contra el Silencio. Resulta muy conmovedor leer su historia, puesto que es una de las situaciones más repetitivas en los periodistas cuando un canal hace frente a una problemática social, en este caso el narcotráfico y no solamente nacional, sino también internacional (México).
Fransuá, en su deber como periodista es enviado al departamento del Cauca para realizar un reportaje sobre lo que se presentaba para el año 2019. A pesar del riesgo que seguramente podría sufrir, él y otros periodistas tenían el apoyo como por ejemplo de la Guardia Indígena, quienes le acompañan amablemente y les cuidaban mientras estuviera en el operativo. Fransuá, después de su primera publicación empieza a recibir amenazas, fue perseguido, lo que conllevó al cambio de domicilio y aun así persistía el hostigamiento. La inseguridad para movilizarse a su trabajo o casa, se le convirtió en todo un desafío de miedo. Un día recibió una pistola con 7 tiros, evento que finalmente consideró el ultimátum para recurrir al exilio.
Es muy fuerte leer que los medios/empresas para las que trabajaba no le brindaron total garantía de protección y cuidado a una situación tan seria y peligrosa, incluso me llamó mucho la atención que le contestaran que solo los políticos eran quienes tenían ese beneficio, ni siquiera lo tenía la directora regional de la UNP, así como el proceso no mostraba avance. Frente a esto, me llamó mucho la atención que precisamente la FLIP estuvo al tanto del proceso.
Así es pues y teniendo en cuenta lo dicho y la pregunta planteada ¿Qué crees que podría pasar en el mundo si más periodistas cedieran ante la intimidación en lugar de continuar con su trabajo frente al peligro?, puedo dar respuesta de manera reflexiva que se perdería esa veracidad en el mundo periodístico, puesto que cada vez las fuentes de información están conservando un carácter informal, sin fuentes ni mucho menos seguridad. Pero entonces, sí es muy importante que los periodistas cuenten con esa seguridad, de lo contrario todos los derechos presentados como los tres mosqueteros seguirán siendo violados y la ciudadanía por la desinformación continuará en decadencia.