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inicio Forums Semana 3 – Los periodistas en la mira Respuesta a: Semana 3 – Los periodistas en la mira

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lorena-vasquez-diaz
Participante

1. Información obtenida del Canal 1.

2.

El caso que expondré en este foro fue una agresión ocurrida el 2 de febrero del 2024 en contra de periodistas de RED+. Este día, un el camarógrafo y reportero conforman RED+ fueron víctimas de ataques verbales y físicos durante una manifestación que se estaba llevando a cabo por la Avenida Caracas en Bogotá.

Esta jornada de manifestación buscaba mostrar la inconformidad en torno a la construcción de una vía que atraviesa y atenta contra el Humedal de Tibabuyes o Juan Amarillo en la localidad de Suba. Durante esta manifestación, como es costumbre, hubo bloqueos las vías de transporte público; los periodistas de RED+ llegan a un punto específico de dicho bloqueo (Caracas con calle 53) donde los manifestantes abordaron a los periodistas quienes recibieron “órdenes” de no seguir grabando y de borrar el contenido que habían registrado en sus cámaras.

En medio del encuentro, el camarógrafo (Francisco Ruiz) fue herido en su pierna izquierda con arma corto punzante y el reportero (Fabián Forero) fue atacado con puños y piedras en su rostro y cabeza, según sus versiones, por encapuchados. Todo se detuvo gracias a que algunos gestores de convivencia de la Secretaría Distrital intervinieron para proteger a los periodistas.

Esta es la información, obtenida del Canal 1, en publicación del 4 de febrero del 2024, me genera varios interrogantes en torno a que, de acuerdo, con las versiones del reportero quienes se acercaron en un inicio fueron personas encapuchadas; una de ellas decía que hacía periodismo independiente y que con eso era suficiente.

Reflexión: ello me genera curiosidad e indignación porque cualquier noticiero está en el derecho y en la libertad de transmitir información de los hechos que están ocurriendo en el país, en el mundo. En este caso, era una situación que debía ser documentada y la agresión era innecesaria, incluso si fuese conocido que la cadena televisiva o radial pudiera estar tergiversando la información y mal informando a la ciudadanía. Además, ello deja muy mal a la manifestación: se pierde su objetivo y propósito, que era el rescate de un humedal, fuente de vida. Una situación tan importante para la sociedad termina en, nuevamente, la estigmatización de los manifestantes y de quienes están ejerciendo el derecho de la libertad de expresión. También, se queda la idea y la sensación de que la violencia es la que se empodera de las manifestaciones como si fueran un grupo de sicarios y violentos y no como personas que están ejerciendo el derecho de la libertad de expresión y haciendo un llamado para una protección del medio ambiente.

Por otro lado, el equipo periodístico afectado, aparte de las afectaciones físicas que se curan, quedan las afectaciones psicológicas que pueden generar -desde mi punto de vista- una resistencia y resentimiento ante este tipo de prácticas ciudadanas como son las manifestaciones.

3.  

El mundo viviría en un pequeño Truman Show, con información limitada. Habría más injusticia, más acumulación del poder, menos producción de conocimiento dado que no habría desarrollo de la libertad de pensamiento en torno a las situaciones que el periodismo informa. Tal vez habría menos discusiones familiares, pues nadie opinaría distinto, todos viviríamos con la misma “verdad”, siendo el resultado de lo que planean quienes tienen el poder. A menos que una persona tuviera la voluntad de investigar e indagar sobre una situación específica, viviríamos en un limbo del conocimiento con la poca información que nos llega; esto generaría un retraso, una especie de involución de las sociedades. Los periodistas arriesgan la vida para abrirnos los ojos y tomar acciones es lo mínimo que debemos hacer para compensar el conocimiento que nos están brindando.

 

Reflexión:

Ello me genera curiosidad e indignación porque cualquier noticiero está en el derecho y en la libertad de transmitir información de los hechos que están ocurriendo en el país, en el mundo. En este caso, era una situación que debía ser documentada y la agresión era innecesaria, incluso si fuese conocido que la cadena televisiva o radial pudiera estar tergiversando la información y mal informando a la ciudadanía. Además, ello deja muy mal a la manifestación: se pierde su objetivo y propósito, que era el rescate de un humedal, fuente de vida. Una situación tan importante para la sociedad termina en, nuevamente, la estigmatización de los manifestantes y de quienes están ejerciendo el derecho de la libertad de expresión. También, se queda la idea y la sensación de que la violencia es la que se empodera de las manifestaciones como si fueran un grupo de sicarios y violentos y no como personas que están ejerciendo el derecho de la libertad de expresión y haciendo un llamado para una protección del medio ambiente.

Por otro lado, el equipo periodístico afectado, aparte de las afectaciones físicas que se curan, quedan las afectaciones psicológicas que pueden generar -desde mi punto de vista- una resistencia y resentimiento ante este tipo de prácticas ciudadanas como son las manifestaciones.

La educación mediática es importante porque, por un lado, permite destacar la labor que hacen los periodistas y su relevancia para el progreso de una comunidad; y por otro lado, educar en la medida en que se promueva un buen periodismo, un periodismo de calidad y transparente que asegure a las personas que la información que se está transmitiendo sea verídica. Esto último es aún más importante ya que evitaría violencia alrededor de estas dinámicas pues evitaría, en un mundo ideal, manipulación de la información, lo cual evitaría que la gente  dudara de los medios de comunicación y, por tanto, tomara acciones negativas y violentas sobre quienes ejercen este oficio.