inicio › Forums › Semana 3 – Los periodistas en la mira › Respuesta a: Semana 3 – Los periodistas en la mira
Consulté la página web de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), entre los distintos encabezados que encontré, elegí Otra semana turbulenta para la prensa latinoamericana. Este título llamó mi atención porque, a mi parecer, expresa frecuencia y extensión. Con las palabras “otra semana”, da a entender que se trata de una situación recurrente; y, con el adjetivo “latinoamericana”, refiere al gran territorio que abarca la problemática en cuestión.
¿De qué problemática se habla? Violencia contra periodistas, contra la libertad de expresión y de información, en distintos países de América Latina. Específicamente, se mencionan cinco casos: 1. El asesinato del periodista Alejandro Martínez Noguez, el pasado 4 de agosto en la Ciudad de Guanajuato, México; 2. La detención de 13 periodistas, desde las elecciones presidenciales celebradas en Venezuela el 28 de julio del presente año; 3. La coyuntura que atraviesa la Corporación La Prensa, órgano informativo en Panamá, debido a las demandas judiciales en su contra; 4. El veto presidencial en Uruguay contra el Artículo 72 de la Ley sobre la Regulación de Servicios de Difusión de Contenido Audiovisual; y, 5. La denuncia del Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP) de 101 ataques a la libertad de expresión, ocurridos tan sólo durante el pasado mes de julio.
En cuanto a los actores involucrados, de un lado encontramos como víctimas, personas dedicadas al periodismo que ejercen su libertad de expresión a favor de la sociedad en general; y, de otro, como victimarios, quienes deciden eliminar a los primeros porque representan una amenaza para sus intereses, porque atentan contra sus privilegios. Dichos victimarios son el crimen organizado -como en el caso mexicano, descrito-; el gobierno -como en los casos mencionados de Venezuela, Uruguay y Cuba-; y, figuras públicas, excontratistas, funcionarios y exfuncionarios del Estado -como en el caso panameño referido-. Sobre los motivos, aunque hay matices, pueden ser sintetizados en uno: conservar el poder. Quienes ostentan el poder económico y político deciden censurar e incluso aniquilar a quienes se les oponen, a quienes cuestionan, denuncian y evidencian las injusticias cometidas. Sin duda, las consecuencias de este enfrentamiento, son destructivas, violentas, tanto para los periodistas, como para la sociedad en general, ya que impactan negativa e irreparablemente en la vida de los periodistas y en la vida democrática de las naciones.
¿Qué pasaría si los periodistas ceden ante la intimidación? Dejarían de investigar e informar a la sociedad, y con ello, al carecer de información, la sociedad se convertiría en una masa maleable, sumisa y controlable. Ahora bien, a la anterior pregunta, y desde mi perspectiva, conviene añadir una pregunta más: ¿Qué pasaría si las personas dejan de interesarse por la información que aportan los periodistas? La primera respuesta que viene a mi mente es que sucedería lo mismo, la sociedad sería una masa sumisa y controlable. De ahí la importancia de nuestra educación mediática e informacional; de ahí la importancia de nuestra praxis educativa que adopta como brújula el pensamiento crítico y se dirige hacia el pleno ejercicio de nuestro entendimiento y nuestra voluntad, hacia la libertad.
Fuente consultada: https://www.sipiapa.org/notas/1216631-otra-semana-turbulenta-la-prensa-latinoamericana