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Miryam Consuelo Ortiz soteloBuenas noches para todos
En vista que en mi región no son conocidos casos contra la libertad de prensa, Yo acudí a la Flip para profundizar en un tema que me llamo la atención acerca de la escalada de violencia contra los periodistas que cubren las manifestaciones y protestas en Colombia. Este estudio fue realizado en el año 2021 por diferentes organizaciones a nivel internacional.
Bajo cifras alarmantes: 178 CASOS Y 201 VICTIMAS de ataques contra periodista y medios de comunicación, las entidades internaciones como: reporteros sin fronteras, La OEA, y la UNESCO, hicieron un llamado al gobierno colombiano para que busque alternativas de solución a la crisis de los periodistas en el país; donde se garantice a la prensa condiciones de seguridad para ejercer su quehacer informativo libre de violencia.
Se cree que las agresiones han sido por parte de la fuerza pública, funcionarios públicos, quienes ejercen el poder popular y se ven afectados por el cubrimiento de los hechos y de las investigaciones previas por parte de los medios de comunicación.
No es de desconocer que en los últimos años y ante las cifras alarmantes dadas por estas entidades es muy difícil realizar la labor de la mejor forma, ya que la mayoría de los periodistas se ven afectados en su integridad personal y en el ejercicio de su labor.
Muchos de ellos han tenido que abandonar su lugar de vivienda, desplazarse de ciudad, versen abocados a persecución, seguimientos por parte de estas fuerzas que se ven amenazados en sus intereses.
Varios periodistas deben abandonar su labor a cambio de preservar su vida ante la negligencia por parte de quienes deben garantizar la libertad de ejercer esta labor tan importante como es la de informar.
Ante la pregunta. ¿Qué pasaría si más periodistas cedieran ante la intimidación?
Muchas situaciones de las que se han dado quedarían sin respuesta como la mayoría de hechos que se han dado en Colombia, finalmente no pasa nada y los periodistas son los que quedan con el problema de por vida. Es de reconocer y admirar quienes continúan ejerciendo el periodismo a pesar de la falta de garantías para ejercerlo.