inicio › Forums › Semana 3 – Los periodistas en la mira › Respuesta a: Semana 3 – Los periodistas en la mira
Es bien conocido por todos que no solo la labor periodística en Colombia es intimidada en la actualidad. Los diferentes niveles de violencia y desigualdad social están permeando todos los sectores públicos, privados, educativos, económicos y muchos más. La libertad de expresión se ve altamente afectada cuando los intereses de unos cuantos, prima sobre el interés y necesidades de los demás, la corrupción y la violencia en todos los sentidos de la palabra dando origen a la incertidumbre. La desconfianza, de no saber que es verdad y que no lo es.
Por esa razón frente a la pregunta de este foro, es necesario traer uno de los casos más recientes y que ya varios de mis compañeros han compartido; es el caso presentado el pasado 4 de febrero donde la periodista Julieth Cano, corresponsal de Noticias Caracol en Cúcuta, recibió una amenaza a través de un mensaje de texto proveniente de un número desconocido. La reportera ha estado haciendo un amplio cubrimiento sobre la situación de la frontera colombo-venezolana en la capital de Norte de Santander y manifiesta que desde hace varios meses hombres desconocidos la han intimidado a ella y a su equipo periodístico para que no continúen ejerciendo su labor en la frontera.
Siento que el sentido de esta actividad no es la novedad del ejemplo ni la exclusiva. Aquí lo que se debe ver, es la frecuencia con la que suceden estos hechos a tal punto que para nosotros es totalmente normal que pase. Ya no asombra la forma o el lugar donde surgen estos hostigamientos, ya se normalizo esta práctica.
Lo que debemos hacer frente a esta situación que cada vez se vuelve más compleja y repetitiva es; concientizar a nuestros estudiantes desde las aulas la importancia de sabernos comunicar, haciendo uso de la asertividad y eficacia de la comunicación. Una comunicación responsable, atendiendo a la diferencia para que a futuro cualquiera que sea nuestra posición la podamos comunicar con respeto y argumentos que fortalezcan un verdadero acto comunicativo. En la medida que las nuevas generaciones valoren las forma y el derecho que tenemos todos de comunicar, estar informados y poder opinar; muy seguramente a futuro estos eventos minimicen su frecuencia!!!.