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El caso de la periodista Claudia Julieta Duque, colombiana conocida por su trabajo en la denuncia de violaciones de derechos humanos y crímenes relacionados con el conflicto armado en Colombia, recibió amenazas de muerte a través de mensajes de texto y redes sociales. Las amenazas, presuntamente provenientes de grupos paramilitares, la intimidaron y pusieron en riesgo su vida y la de su familia. El motivo detrás de estas intimidaciones parece ser su trabajo periodístico crítico hacia actores armados y su búsqueda de la verdad en casos de desapariciones forzadas y torturas. Estas amenazas no solo afectaron a Claudia Julieta Duque y su capacidad para realizar su trabajo de manera segura, sino que también generaron un ambiente de temor entre otros periodistas y defensores de derechos humanos en Colombia, debilitando así el ejercicio de la libertad de prensa y el derecho a la información en la sociedad.
La periodista ha tenido una larga batalla legal para que aquellos que la vienen hostigando desde hace más de dos décadas sean condenados, recibió amenazas a su vida y la de su hija de siete años en ese entonces por sus investigaciones en el caso del asesinato de Jaime Garzón
a Asociación Red de Defensores y Defensoras de Derechos Humanos (DH Colombia) que representó a Duque en la demanda contra el Estado, logró probar que los agentes que tenían el deber de protegerla hicieron lo opuesto: la espiaron y entregaron información personal que sirvió para los vejámenes del DAS en su contra. La decisión fue la primera en la que se reconoce el papel del Estado en los perfilamientos y persecuciones ilegales a periodistas.
¿Qué crees que podría pasar en el mundo si más periodistas cedieran ante la intimidación en lugar de continuar con su trabajo frente al peligro?
si más periodistas cedieran ante la intimidación en lugar de continuar con su trabajo frente al peligro, podría haber consecuencias graves para la democracia, los derechos humanos y la libertad de expresión. Habría menos trasparencia y una mayor impunidad, lo que llevaría a menos pluralidad y solo escucharíamos las voces de periodistas vendidos al sistema como varios que abundan en nuestro pais.