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Caso: Libardo Montenegro, asesinado el 11 de junio de 2022 en Samaniego Nariño
en el municipio nariñense de Samaniego el periodista y locutor de una emisora comunitaria, Libardo Montenegro fue asesinado por dos sicarios cuya identidad no pudo conocerse en el casco urbano del ya mencionado municipio. En días anteriores al asesinato del periodista, éste había pronunciado un discurso invitando a los habitantes de la población nariñense a manifestarse contra la violencia y las dinámicas de control impuestas por los actores armados ilegales en procura de controlar las rutas del narcotráfico en esta zona del país.
Desde el punto de vista de muchos habitantes del municipio este hecho pudo tener relación con las luchas entre grupos armados por el control del territorio y la muerte de Libardo fue un medio eficaz para enviar un mensaje a los pobladores llamándolos a un silencio absoluto sobre las dinámicas de violencia que se ejercen sobre su territorio. Según periodistas que pertenecen a la radio comunitaria en la que Libardo desempeñaba su labor, a partir de la muerte de este último en dicho medio de comunicación se ha impuesto la autocensura sobre temas sensibles relacionados con el narcotráfico, con el fin de evitar que la historia de Libardo se repita en el municipio.
Claramente se puede establecer como consecuencia de este suceso que las comunidades pierden un referente de comunicación y de acción en la defensa de sus derechos y en la prevención de la violencia; así mismo, los actores armados logran imponer sus dinámicas e incluso su narrativa sobre como debe vivirse la vida en el territorio, despojando con esto a las comunidades de su capacidad de ejercer gobierno sobre sus vidas y su lugar de residencia.
¿Qué crees que podría pasar en el mundo si más periodistas cedieran ante la intimidación en lugar de continuar con su trabajo frente al peligro? Si esto llegase a ocurrir la vida en sociedades democráticas se esfumaría y seria posible a los actores con capacidad de ejercer coerción a través de la violencia imponer sus intereses sobre los de la sociedad.
Finalmente, es posible ver como en el contexto de la información en Colombia la coerción y el uso de la violencia se han convertido en uno de los medios principales para controlar la información y a partir de ella crear discursos hegemónicos que permitan por un lado perpetuar a ciertas élites en el poder y por el otro limitar las posibilidades de acción política de sectores subalternos.