En principio, conviene aclarar qué entendemos por “estar bien informados”. Así, me permito expresar que desde mi punto de vista y acorde con el contenido del diplomado, estar bien informado significa poseer información verdadera, verificada. Lo cual es importante, entre otras cosas, para decidir con cabal conocimiento de las posibles consecuencias; para participar eficientemente en debates cotidianos, coloquiales; y, especialmente, para no ser engañados ni manipulados.
