Respuesta a: Semana 3 – Los periodistas en la mira – periodo 2

[Astrid Juliana Villarreal Castro]

En un caso reciente de intimidación a periodistas en Colombia, el periodista Daniel Salgar, de la emisora local Río Noticias, recibió amenazas de muerte por su trabajo de investigación sobre corrupción y nexos de funcionarios con grupos armados ilegales. Las amenazas, que se materializaron a través de llamadas anónimas y mensajes intimidatorios, están vinculadas a las revelaciones que Salgar hizo sobre el tráfico de influencias y la corrupción en el gobierno local.

El tipo de intimidación ejercido sobre él fueron amenazas directas de muerte y actos de vigilancia en su domicilio y lugar de trabajo. Los motivos fueron las investigaciones del periodista sobre corrupción y conexiones con grupos ilegales, que pusieron en evidencia prácticas corruptas y delictivas de funcionarios públicos. Los actores implicados fueron los Grupos armados ilegales que se sienten amenazados por la exposición de sus actividades ilícitas, y posiblemente funcionarios corruptos que temen perder poder y privilegios.

Las consecuencias fueron las siguientes: Para el periodista, las amenazas han generado un ambiente de miedo e inseguridad, afectando su libertad para ejercer el periodismo de investigación. Para la sociedad, estas intimidaciones subrayan el riesgo creciente para los periodistas en Colombia y pueden inhibir la denuncia de corrupción y abuso de poder, afectando la transparencia y la rendición de cuentas.

Si los periodistas cedieran, se vería una reducción significativa de la transparencia, ya que no se podría ejercer la investigación y reportaje sobre corrupción, dificultando la rendición de cuentas. La impunidad crecería, ya que la vigilancia de los medios no sería la misma, esto permitiría que los corruptos sigan actuando con libertad ya que no se podría hacer seguimiento de sus movimientos. La desinformación crecería así como la manipulación de los medios, los periodistas y la información en sí misma. La participación ciudadana sería mucho menor, ya que al no existir reportajes que revelen los verdaderos problemas, el público perderá el interés de participar en asuntos cívicos y políticos. Aumento de la autocensura, afectando la calidad y la integridad del periodismo en general.