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Escribe un breve resumen del caso que investigaste, explicando quiénes fueron los actores involucrados, qué tipo de intimidación se ejerció, cuál fue el motivo y qué consecuencias tuvo para el periodista y para la sociedad.
La Fundación para la Libertad y de Prensa (FLIP) jueves, denunció el jueves 06 febrero 2020 amenazas que pusieron en riesgo a cuatro periodistas de Bogotá y Cúcuta.
La periodista Julieth Cano, corresponsal de Noticias Caracol en Cúcuta, recibió una amenaza a través de un mensaje de texto proveniente de un número desconocido, por su cubrimiento sobre la situación de la frontera colombo-venezolana en la capital de Norte de Santander en el 20222, pero manifestó que desde meses atrás, ella y su equipo periodístico había sido intimidada para dejar de informar.
Al día siguiente, el 5 de febrero Ignacio Gómez, subdirector de Noticias Uno; Jairo Tarazona, periodista de RCN Radio y José Luis Mayorga, del medio Agencia Reporteros Sin Fronteras, recibieron un panfleto que llegó por medio de correspondencia al puesto de trabajo de Tarazona. Estaba firmado por las Águilas Negras, pero no solo era su nombre, aparecían funcionarios, políticos, defensores de derechos humanos y líderes estudiantiles y sindicales.
Responde a la siguiente pregunta: ¿Qué crees que podría pasar en el mundo si más periodistas cedieran ante la intimidación en lugar de continuar con su trabajo frente al peligro?
Lo que podría pasar en el mundo si más periodistas ceden ante la intimidación, es que no solamente la tarea del periodismo responsable, perdería su norte, el derecho a la información bien sea por medios digitales, televisivos, de radio o impresos, no tendría el sentido de llevar nuevos sucesos, estaría envuelto en una capa de conveniencia que castraría la individualidad a la hora de pensar, la capacidad de crear una opinión subjetiva y objetiva sobre cualquier tema. La información perdería el liderazgo llevado por quienes militan entre los conocimientos de la academia y los desafíos de llevar información verás, integra y actual.
Si bien el caso elegido sucedió hace cuatro años, en Colombia se puede evidenciar continuamente que la situación no tiende a mejorar. Cambios de gobierno, cambios de método o de pensamiento han sido la excusa para amenazar y en el peor de los casos asesinar a quienes en el oficio de informar a quienes luchan por derechos u oportunidades, pierden los sueños propios y los ajenos. Es fundamental como docentes que conocemos y vivimos en realidades distintas, pero teñidas con la desastrosa realidad de la persecución informativa, que propiciemos la apertura, el análisis y el reconocimiento de la información eficiente y de confianza, en los estudiantes no solo desde el consumo, sino desde la producción de contenidos.