Respuesta a: Semana 3 – Los periodistas en la mira – periodo 2

[Yolima Canabal Villadiego]

Necesitamos construir un país mejor, lejos de la violencia y la guerra que hemos vivido por décadas. No es posible callar masacres, corrupción, muerte y vulneración de derechos para poder lograrlo. Hay historias que contar sin que se manipule la información. He allí el grueso papel de los periodistas y medios informativos. ¿Hasta donde se dicen verdades o verdades a medias?. ¿Hasta donde hay veracidad en la información que leemos o escuchamos; si la realidad del país muestra otra cosa?.

”El periodismo en Colombia no es para los débiles de corazón”, eso expresan en este documento de donde tomé mi caso. Colombia y muchos otros países siguen siendo peligrosos para la libertad de prensa. Casos como el de los reporteros  durante las protestas de 2021, algunos fueron atacados cuando cubrían los acontecimientos. Son muchos los temas que los ponen en peligro cuando cubren historias sensibles como esas.

Los actos de violencia contra periodistas no solo vulneran el derecho de difusión de información o ideas, si no el derecho de las víctimas a expresarse. También el los derechos de las personas a buscar o recibir información veraz y objetiva.

El periodista Miguel García ha pasado la mayor parte de sus 20 años informando sobre el conflicto civil de Colombia y Marcela Zuluaga una mujer que trabaja para un medio de comunicación independiente quien informa sobre el activismo liderado por mujeres en medio de las últimas protestas contra el gobierno en Colombia. Zuluaga está íntimamente ligada a ambos contextos; ha tratado de conectar el activismo en diferentes partes de Colombia a través de sus historias.

Si mas periodistas cedieran ante la intimidación en lugar de enfrentar el peligro no existiera la prensa libre.

El asesinato de periodistas y miembros de medios de comunicación constituye la forma de censura más extrema. Como ha observado la Corte Interamericana de Derechos Humanos, “el ejercicio periodístico sólo puede efectuarse libremente cuando las personas que lo realizan no son víctimas de amenazas ni de agresiones físicas, psíquicas o morales u otros actos de hostigamiento”

A partir de la violencia cometida contra periodistas, trabajadoras y trabajadores de medios de comunicación en los últimos años, en 2012 fue adoptado el Plan de Acción de las Naciones Unidas sobre la Seguridad de los Periodistas y la Cuestión de la Impunidad.

Si miramos la historia en otros países, en 1993, se produjo excesivo brote de violencia contra los periodistas en Argentina. Las agresiones, las amenazas de muerte y otras formas de intimidación se intensificaron en los meses previos a las elecciones parlamentarias, celebradas en octubre. Entre los meses de marzo y septiembre de 1993, la Federación Argentina de Trabajadores de la Prensa (FATPREN) entregó al ministro del Interior
una lista con más de cien incidentes de amenazas y actos violentos
contra periodistas.