Respuesta a: Avance de la semana 10: revisemos nuestra hoja de ruta

[Natalia Lara Vega]

La información es precisa y verificada? ¿Has realizado una investigación exhaustiva y has confirmado los hechos con fuentes confiables?

En mi hoja de ruta, he intentado asegurarme de que la información sea precisa y verificada. He consultado diversas fuentes confiables, tanto primarias como secundarias, y he intentado contrastar los datos y hechos con otras publicaciones que ofrecen información similar. Sin embargo, reconozco que siempre es necesario mantener un nivel de escepticismo saludable y seguir verificando continuamente, sobre todo si se trata de temas sensibles o de gran repercusión.
¿La nota es imparcial y presenta diferentes perspectivas? ¿Has abordado el tema de manera equilibrada, brindando una visión completa y objetiva de los acontecimientos?

He tratado de presentar el tema de manera equilibrada, explorando las diferentes perspectivas en torno al asunto que estoy tratando. Sin embargo, es fácil caer en la trampa de dar más peso a un punto de vista porque personalmente estamos más inclinados hacia él. Mi objetivo ha sido dar espacio a las voces divergentes y evitar tomar partido demasiado pronto, pero siempre es importante estar alerta para no dejarse influenciar inconscientemente por preferencias personales.
¿La estructura de la nota es clara y coherente? ¿El contenido está organizado de manera lógica y sigue un flujo natural? ¿Con quienes compartiste tu hoja de ruta, entienden qué quieres comunicar?

En cuanto a la estructura, considero que la nota sigue un flujo lógico. He organizado el contenido de manera clara y ordenada, de tal forma que el lector pueda seguir el hilo conductor sin dificultades. He compartido la hoja de ruta con algunos colegas, y ellos me han indicado que el mensaje es claro, pero siempre es útil recibir más feedback para asegurarse de que no hay partes que puedan resultar confusas o ambiguas.
¿Has citado y atribuido adecuadamente las fuentes de información utilizadas?

He intentado ser lo más transparente posible al citar las fuentes de información. Sin embargo, siempre hay espacio para mejorar en este aspecto. A veces, por un tema de tiempo o comodidad, puede que se omitan algunos detalles importantes, y es esencial recordar que la atribución de fuentes debe ser exhaustiva para que el lector pueda verificar por sí mismo la veracidad de la información. En futuras ediciones, me aseguraré de ser más meticulosa en esta parte.