El acoso judicial es un problema complejo que requiere soluciones a nivel legal y social, pero desde la educación se hace indispensable construir las bases para un futuro donde este tipo de prácticas sean impensables. A partir de mi experiencia en el aula, podemos implementar algunas ideas para aportar aunque sea el inicio de un par de semillas para lograr cambios, por ejemplo:fomentar la empatía y la tolerancia desde temprana edad, promover la libertad de expresión de manera responsable, formar a los niños claramente sobre los derechos y deberes, hacer formación para las y los docentes, entre otros.
Es fundamental que todos como sociedad trabajemos juntos para garantizar oportunidades de expresión de ideas de manera libre y sin miedo.
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