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angelica-maria-echeverry-ramirez
ParticipanteReciban un cordial saludo, como algunos de los participantes de este foro me incliné por consultar acerca del caso del periodista Daniel Coronell, que desde el 2002 ha sido víctima de hostigamientos y acosos por las revelaciones de su trabajo periodístico sobre el ex presidente Álvaro Uribe Vélez.
Los intentos para silenciar al periodista han sido tan variados como frecuentes, van desde las amenazas de muerte, estigmatizaciones, perfilamientos, señalamientos en redes, interceptaciones y acoso judicial que le mantuvieron en el exilio durante dos años.
Para la FLIP, las afirmaciones del expresidente, no solo pretenden afectar la credibilidad de la ciudadanía en el periodista, sino que buscan generar una sanción social y un aleccionamiento sobre el ejercicio del periodismo de investigación. En otras ocasiones los comentarios de represalia de Uribe a Coronell han generado amenazas posteriores que generan un riesgo para la integridad del periodista, quien por más de veinte años ha sido víctima de acosos, hostigamientos y amenazas de muerte. Cabe recordar que ha habido investigaciones periodísticas de Coronell que han sido utilizadas en investigaciones judiciales en contra de Uribe.
Este tipo de acciones en contra del periodismo generan en la sociedad desconfianza en las actuaciones del Estado y sus autoridades que tanto esfuerzo imprimen en sus intentos por evitar que la información sea divulgada.
El caso de Daniel Coronell en este aspecto llama poderosamente la atención puesto que los ataques constantes y sistemáticos a su quehacer y su persona, constituyen un indicio de que la información presentada compromete la responsabilidad de los implicados.
Atacar al periodismo es un intento por mantener vedada información de interés público, y en la sociedad genera rechazo que en el caso de Coronell se manifiesta en la voracidad con la que los lectores siguen cada una de las publicaciones de este periodista.Si los medios y la prensa ceden ante la intimidación de la que son objeto, el derecho a la libre expresión pierde una parte esencial de su naturaleza y alcance, lo que pondría en jaque el ejercicio de los demás derechos.
Antes de publicar este comentario, leí algunos de los aportes de otros y otras participantes, que me permiten encontrar similitudes en las maneras de intimidar a los periodistas y, estremece saber que en muchos de ellos la muerte se materializa.
Además de lo anterior, observo que el acoso judicial es cada vez más frecuente y debe cuestionarse el desgaste del aparato judicial que supone el uso de las acciones legales como mecanismo aleccionador e intimidatorio.
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Esta respuesta fue modificada hace 1 año, 2 meses por
angelica-maria-echeverry-ramirez.
angelica-maria-echeverry-ramirez
ParticipanteAsí es, también es una invitación que se nos extiende a las y los docentes que al igual que ellos estamos inmersos en estas dinámicas informativas.
Es una oportunidad maravillosa para la escuela para superar las posturas tradicionales que desconocen las transformaciones de los contextos.
angelica-maria-echeverry-ramirez
ParticipanteLa difusión de información ha sido constante a lo largo de la historia. Sin embargo, inventos como la imprenta en su momento, y el Internet en nuestros días, han llevado la difusión de estos datos a superar las barreras de espacio y tiempo que conocíamos.
Lo anterior, evidencia la necesidad de reconocer y determinar no sólo la veracidad de la información que consumimos y compartimos, sino también su contexto y pertinencia. Estar bien informados constituye una necesidad para ser sujetos conscientes de nuestro tiempo, para preservar nuestra salud mental y para no caer en la apatía ante la desesperanza que se puede imponer en este mar de datos o en la radicalización de nuestras posturas.
La escuela “anacrónica” de Barbero, que ha dado la espalda a las realidades y contextos de nuestras y nuestros estudiantes es ahora la llamada a orientar este proceso. Esto nos ubica a las y los docentes en el punto central de la transformación para estar bien informados y de la mano de nuestras y nuestros estudiantes navegar entre tanta información y desinformación; y nos invita, a asumir posturas críticas ante un sistema educativo que pareciera nos prefiere desinformados y analfabetos mediáticos.
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Esta respuesta fue modificada hace 1 año, 2 meses por
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