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Coincido en que la nota parece estar parcializada en la medida en que no ofrece sino un punto de vista, por lo tanto, una parte de los lectores estarán de acuerdo, como la otra parte no, y como la silla vacía se declara no responsable de las opiniones allí expuestas, cualquiera puede decir lo que quiera sin una verificación de rigor sobre la información allí dada.
https://www.eltiempo.com/opinion/editorial/clamor-desde-quibdo-3380737
Editorial El Tiempo. 12 de septiembre de 2024. “Clamor desde Quibdó”.
Reseña:
Inicia con el llamado a la atención de la “situación crítica” de Quibdó a través de los medios de comunicación por parte del alcalde de esta ciudad. Se indica que este llamado es urgente ya que es una “espiral de degradación social, violencia derivada del crimen organizado y falta de oportunidades” para los jóvenes.
La contundencia del mensaje indica que se puede perder “toda una generación” por “la crisis social de carácter estructural”.
El texto ofrece algunas cifras de muertes violentas del año 2023, las cuales han aumentado este año, según el mismo editorial, en “un municipio”. También indica que “se habla” de una “arremetida del clan del golfo” y otras bandas criminales, y, que se han vinculado a “los diálogos sociojurídicos” o “‘paz total’ del Gobierno Nacional”.
El artículo indica que el alcalde de Quibdó manifiesta que durante esta vinculación permitió que hubiera “alguna esperanza hace un tiempo” pero no ha avanzado.
Además, señala que la situación que viven los jóvenes de Quibdó es grave y profunda, ya que los jóvenes tienen como opciones de proyecto de vida, vivir en medio de la violencia y degradación social, o abandonar el territorio y la comunidad por esta causa.
Luego indica que la juventud quildense tiene potencial y que lo han demostrado cuando fueron al “mundial de robótica” en México, según el texto, en 2023.
Racismo sistémico. Deuda social del Estado con Chocó.
Autoría: Este texto periodístico fue publicado en el periódico El tiempo, el 12 de septiembre de 2024. No presenta un autor ya que es la editorial.
El periódico El Tiempo es un diario colombiano, que fue fundado a mediados del Siglo XX (1959, según Wikipedia) por un entonces expresidente de Colombia. Podría decirse que su tendencia ideológica y política es históricamente de derecha y particularmente, de las élites de nuestro país. Esto se puede afirmar basándonos en dos presupuestos de este periódico nacional y de sus dueños. El primero es que fue clausurado (censurado) durante la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla, lo cual indica que estaba en contra de este gobierno y seguramente, en sus tiempos habrá sido un asiduo detractor del presidente Rojas Pinilla. En la actualidad, la mayoría de sus acciones pertenece al empresario Luis Carlos Sarmiento Angulo, quien para muchos de nosotros no es un desconocido y que se puede considerar como uno de los hombres más ricos y poderosos del país.Así las cosas, el autor o autores de esta editorial, independientemente de su ética profesional, es evidente que deben estar obedeciendo a unos intereses particulares del diario en el que se presenta esta editorial. La pregunta es ¿cuáles?.
Propósito: Esta noticia surge en medio de una denuncia que realizó el alcalde de Quibdó en Bogotá ante parlamentarios del gobierno nacional, en esta denuncia se dice que la ola de violencia que aqueja Quibdó está agudizando la crisis social, sobretodo, para los jóvenes y que es urgente la intervención del gobierno nacional en este asunto.
Dado que es una Editorial, es principalmente una opinión sobre un suceso. En el texto la opinión que se manifiesta de fondo es que el Gobierno tiene una deuda histórica y social con el departamento del Chocó, y que la ola de violencia que aqueja a Quibdó debe ser atendida con urgencia.
En esta editorial, la persuasión es el llamado a atender la crisis social y política que está padeciendo la ciudad, pero también se busca persuadir respecto del papel y la responsabilidad que tiene el actual presidente en toda esta situación.
También hay un leve indicio de la necesidad de este diario en señalar que el proyecto de ‘Paz total’ está fracasando porque los grupos armados ilegales que se disputan el control del territorio no han dado resultados con esta política y que se está agudizando la crisis.
De pronto uno de los motivos que tenga este texto puede estar asociado a la cercanía con las fechas de las “Fiestas de San Pacho” en Quibdó, las cuales son una celebración importante para el pacífico colombiano y se puede ver afectado el turismo por esta misma ola de violencia.
Audiencia: Esta noticia está dirigida no solo a las élites del país que consumen aún la prensa nacional, también para la comunidad en general que tenga el recurso para el acceso a esta información y que por suerte el algoritmo le haya sugerido su visualización.
Al revisar la parte de los comentarios se puede interpretar que poco o nada han leído ese texto los lectores, al menos no por medio digital, ya que solo se presentan tres comentarios, dos de ellos son elogios para los gobiernos de los expresidentes Duque y Uribe, y el tercero indica que desde hace 50 años se dice lo mismo del Chocó.Cabe aclarar que este texto lo encontré seleccionando una noticia para el desarrollo de esta tarea. Por lo tanto, no habría yo leído esto a menos que hubiera estado interesada en Quibdó en estos días. Es una noticia que, si bien se encuentra en una editorial de un importante medio de prensa nacional, no se le da la suficiente divulgación para que pase desapercibido.
Fuentes: La editorial presenta como protagonista del suceso “el clamor” del alcalde de Quibdó. Utiliza, lo que ha mencionado el alcalde, según el texto, a ellos y a otros medios de comunicación en una visita a Bogotá, indica a través de datos inexactos algunos nombres de grupos armados y bandas criminales que aquejan la zona y al indicar que se “se han vinculado a la iniciativa de diálogos sociojurídicos” del Gobierno nacional, no indica claramente si uno de los actores o si todos los actores de la guerra. También da cifras de muertes violentas de jóvenes en Quibdó en el año 2023 y en lo corrido de 2024, pero tampoco ofrece fuentes de donde se tomó la información y no hay ampliación del análisis de la información.
Tendencia: En efecto, este texto editorial del periódico El Tiempo, publicado el 12 de septiembre de 2024, indica lo que dice el alcalde y un par de datos sobre la violencia en Quibdó. No obstante, para comprender el suceso a cabalidad se requirió más información, es así que se consultaron otras fuentes, partiendo de la búsqueda de información en Google sobre: “ola de violencia en Quibdó”, “Roberto Bolaños Quibdó”. Indagación que arrojó como resultado una serie de artículos de prensa que permitieron ampliar el panorama de lo que está sucediendo en Quibdó en la actualidad, como el enfrentamiento de grupos armados por el control del territorio, la vinculación de los jóvenes a las bandas criminales y la muerte de los mismos, la agudización de la crisis social del Chocó. También se encontró que en un fragmento de una entrevista que le hizo el Diario El País al alcalde de Quibdó, el alcalde manifiesta que desde principio de año se reunió con el Gobierno Nacional y el Presidente Petro para darle solución a esta crisis, a lo que se comprometió el presidente con la región y que no ha cumplido. Otro hallazgo es que los artículos respecto a la crisis del Chocó son bastantes y relatan la violencia en el departamento desde hace muchos años, lo cual refuerza el discurso de la editorial de El Tiempo cuando insiste en la “deuda social” con el Chocó.
Experiencia: El texto lo leí con lupa, pues, como ya se mencionó al principio, quien permite la divulgación de esta nota es un hombre rico y poderoso, lo cual quiere decir que debe haber un interés de fondo en esta publicación de este suceso.
Luego, una relectura permite ver que es un informe que aporta indirectamente al discurso de desaprobación de la gestión del actual gobierno, a pesar de no estar dirigido a grandes audiencias, refuerza la narrativa de que el presidente no está haciendo su trabajo y le está quedando mal a sus votantes.
No digo que el texto sea falaz y considero que no estoy siendo guiada por un sesgo ideológico o político, sino que como audiencia crítica he perdido la confianza en la inocencia del discurso de los medios masivos de comunicación y siempre busco la manera de verificar la información.En este mapa mental presento mi análisis del documento “Los guardianes del territorio: la voz de la comunidad bajo amenaza” en https://flip.org.co/pronunciamientos/guardianes-del-territorio-la-voz-de-la-comunidad-bajo-amenaza.
En primer lugar identifiqué las características de lo que se considera un “guardián del territorio”, el cual es el periodista local, regional o comunitario, quien desempeña un rol relevante en la sociedad y por ello se consideran líderes sociales cuyas funciones están encaminadas a suplir necesidades de información de una comunidad o región en particular, a la cual, el periodista pertenece. Así mismo se identificó que los periodistas locales se visibilizan a través de medios de comunicación alternativa y en redes sociales.
Entre las funciones de los periodistas alternativos está la de priorizar en la agenda temas de interés comunitario, tales como los relacionados con construcción de comunidad, mujer, indigenismo, liderazgo campesino, LGTBI, y otros temas de interés para la sociedad civil en general. Así mismo están en contra de la industria del periodismo, esto lo manifiestan a través de prácticas de resistencia, tales como la transmisión de emisiones en lenguas indígenas vernáculas, el reconocimiento de la historia y el contexto del territorio, la participación activa en la construcción de comunidad, la observación de temas ambientales del territorio, la oposición a las narrativas dominantes de estigmatización y la construcción de la vida pública a través del periodismo.
Lo anterior conlleva a unos riesgos que conducen a la autocensura por miedo o terror infundado por medio de la implementación de dispositivos e instrumentos de violencia propio de los actores que dominan el territorio y ostentan el control político y económico de las regiones. Esto además, tiene como consecuencia la agudización de la violencia en el territorio, el daño irreparable a la comunidad y el resquebrajamiento del tejido social.
Finalmente, se plantean dos deberes del Estado con la comunicación y la información, el primero es la protección de los líderes sociales y el segundo, es el de fortalecer los medios de comunicación en los lugares apartados del país.
Es cierto que el presidente se equivocó en términos de generalización e imprudencia en sus pronunciamientos. En un país donde se apela por la “paz total”, la que se supone es la bandera del presente gobierno, este tipo de señalamientos, no solo estigmatizantes, sino también misóginos, que degradan a la mujer profesional de un campo del conocimiento y rol social por excelencia. Esto además es otra de las causas por las cuales se ha perdido confianza en los medios de comunicación, porque incluso desde la cabeza del gobierno, se concibe aparentemente el periodismo como aquello que funciona en beneficio de unos pocos que ostenten el poder económico y político, y no como lo que realmente es, un garante de los derechos a la expresión y la información colectiva.
Arauca es uno de los territorios de nuestro país que históricamente ha vivido la guerra en carne propia, la presencia de los grupos armados al margen de la ley han sido los responsables de la violencia física endémica que sufre la población civil en su vida diaria. En la actualidad, las disputas por el control del territorio y el ejercicio del poder se da entre las guerrillas del ELN y las disidencias de las Farc. Es así que el 26 de julio de 2024, la FLIP (https://flip.org.co/pronunciamientos/senalamientos-del-eln-incrementan-el-riesgo-de-la-prensa-en-arauca) se pronuncia respecto a la violencia sistemática que están ejerciendo estos grupos ilegales en contra de los periodistas de la región, quienes denuncian señalamientos de parte del ELN, quienes acusan a los periodistas de “replicar información de las disidencias de las Farc”, esto ha provocado amenazas, estigmatización y señalamiento, por otra parte, añaden que Arauca hace parte de los tres territorios donde se ejerce violencia contra la prensa y el principal agresor resulta ser los grupos armados. Lo cual, ha ocasionado el desplazamiento forzado por intimidación de miembros de la prensa regional. Es por esta razón, que, de acuerdo con el pronunciamiento de FLIP, se informa que se le solicitó a la mesa de diálogo para un acuerdo de paz entre el ELN y el Gobierno Nacional que incluya entre su agenda “la exigencia de no involucrar a la prensa en el conflicto ni instrumentalizarla para responder a sus intereses”. Esta instrumentalización de la prensa para la guerra evidentemente es gravemente lesiva para la comunidad tanto local como nacional, ya que se está vulnerando el derecho a la libertad de prensa y a la libertad de información.
En cuanto al ideal de la no subyugación de los periodistas en ejercicio de su deber, es realmente un ideal. Muchos periodistas y líderes sociales, populares y comunitarios son amenazados y esta violencia produce miedo colectivo, pues quien no se amedrenta, fácilmente se convierte en mártir y al tiempo en un mensaje a los que quieran sublevarse. Es bien complejo el panorama.
Finalmente, la educación mediática es crucial en la formación de valores y pensamiento crítico, no obstante, incluso como maestra que vive en el casco urbano, aparentemente, alejada del contexto de la guerra, temo, por cualquier tema “sensible” que pueda tratar, de manera que yo misma debo autocensurarme en ocasiones para preservar mi existencia.
En la actualidad, yo como maestra, me veo constantemente enfrentada al problema de la “influencia” más allá de la tendencia a la información. Los y las estudiantes y los miembros de la comunidad educativa en general se ven constantemente afectados por “lo que diga” el “influencer”, y de acuerdo con el tema de este foro, puedo concluir que nuestros niños, niñas y jóvenes se encuentran permeados por la facilidad del acceso a la supuesta información no verificable, sensacionalista y sesgada, dejando de lado la habilidad de análisis y respuesta crítica a este bombardeo de estímulos altamente lesivos para el pensamiento crítico de nuestras comunidades. Es por esto, que considero que el rol de la escuela debe ser el de promover el consumo y también la producción de información que sea veraz y confiable para gestionar escenarios con audiencias librepensantes y críticas.
