Hola, soy Vera. Con mi amigo Tuki emprenderemos este viaje en bicicleta por el mundo de las noticias, los desiertos informativos y la desinformación. El viaje comienza aquí. Qué nervios. Todavía no sé muy bien a qué nos enfrentamos, pero, según el mapa en 16 semanas habremos dado la vuelta. Aquí en el Desierto de la infosequía arranca nuestro recorrido. ¡Qué curiosidad! Será una aventura divertida y emocionante. Vamos, subamos a la bici y a pedalear. 🌵
Hola profesores y profesoras, mi nombre es César Paredes, subdirector de la FLIP.
Todos los días recibimos una gran cantidad de información de distintas fuentes: mensajes de texto, memes, videos virales, publicaciones en redes sociales, videojuegos, publicidad y noticias. Todos esos contenidos comparten dos cosas: fueron creados por alguien y ese creador o creadora tenía una intención al difundirlos por algún canal hasta que llegó a nuestro celular, a nuestro computador o a un medio de comunicación. Pero, ¿cuánta de esa información es verdadera? ¿Qué pasaría si en un futuro próximo desaparece la información confiable? ¿Estamos siendo informados o influenciados? ¿Podemos hacer algo para mejorar la calidad de la información?
Estas son algunas preguntas que deberíamos hacernos en un momento en el que la información, para una gran parte de la población, está literalmente al alcance de las manos. Saber quién está detrás de un contenido y cuáles son las intenciones de quien lo difunde es más urgente que nunca. Estamos en los comienzos de la Inteligencia Artificial y aún no sabemos cuáles serán los efectos en la vida humana y en sus formas de comunicación. Por ello necesitamos herramientas que nos ayuden no solo a utilizar los recursos tecnológicos, sino a formar un pensamiento crítico para así tener opiniones calificadas, tomar decisiones informadas y producir información de interés público y verificable. Eso es precisamente la educación mediática e informacional: la enseñanza de habilidades críticas para el uso y consumo de información.
Un estudio de la Oficina de Estadísticas de Irlanda estima que el 62 por ciento de la información que circula en internet es poco confiable. Otro, del PEW Research, publicado antes de las elecciones del 2020 en Estados Unidos, encontró que solo el 26 por ciento de los estadounidenses se sentían con capacidad para reconocer la información engañosa. Y uno más, publicado por Business Insider, descubrió que las publicaciones de Facebook de fuentes de información errónea reciben seis veces más interacciones que los sitios de noticias tradicionales. Los estudios más recientes demuestran que la confianza en los medios está en el punto más bajo de todos los tiempos. En Colombia todavía no hay investigaciones que aborden en profundidad el problema, pero las encuestas sí han registrado la creciente desconfianza hacia los medios de comunicación.
Según nuestro estudio Cartografías de la información, una tercera parte de los municipios del país no cuenta con medios locales. Además, prevalece un déficit en la cobertura de internet: según el DANE, casi el 40 por ciento de los hogares no cuenta con este servicio.
Al mismo tiempo, el auge de las redes sociales, la masificación de dispositivos tecnológicos cada vez más sofisticados y la creación de nuevas aplicaciones han permitido que cualquier persona cree y comparta información. En gran medida esto ha contribuido a los avances en la ciencia, la educación, el arte y la economía. Pero también, el riesgo potencial que tiene la información engañosa ha aumentado y puede afectar la vida de las personas, como se vio en la manera en que la gente enfrentó la pandemia del Covid–19, o como ha ocurrido con gobiernos autoritarios que han utilizado estos medios para la propagación de su poder.
Esta situación nos lleva a distinguir cinco desafíos críticos para la formación educativa de las próximas generaciones: 1) cómo superar la brecha tecnológica en las zonas más apartadas del país; 2) cómo enseñarles a distinguir la información confiable de la que no lo es; 3) cómo enfrentar la propagación viral de información que parece verdadera; 4) cómo combatir la imprecisión e inexactitud en medio de la velocidad con la que circulan las noticias y 5) cómo tender puentes para enfrentar los prejuicios que nos separan de los demás, cuando los algoritmos tienden a encapsularnos en nuestras preferencias y nuestras creencias. De esto hablaremos en este curso diseñado para ustedes.
Tip 1: Pedalear por el mundo de la Educación mediática e informacional es adquirir habilidades para procesar la información de manera crítica. Para movernos en este desierto debemos superar varias brechas. ¡Por eso debemos asegurarnos de que la bici se mantenga en perfecto estado durante el viaje!
Tip 2: En el desierto hay espejismos que intentan engañarnos. ¿Cómo podemos distinguir la información verdadera de la falsa? ¿De dónde viene esta información? En esto consiste el viaje de este diplomado.
Tip 3: ¡Detengamos la propagación! A veces, la información falsa se esparce como un virus y todos comienzan a creer en ella. En esta carrera, no solo tenemos la misión de seguir las pistas verdaderas, sino también la de aprender a no replicar las falsas.
Tip 4: Las tuercas bien apretadas y las herramientas bien calibradas nos ayudarán en el camino. No saber distinguir la información ni cómo verificarla es como tener la bici desajustada y las herramientas dañadas. En cualquier momento podríamos tener un accidente.
Tip 5: Tender puentes con la diferencia hace más fácil el viaje. En el viaje por la información, los algoritmos pueden hacer que solo veamos lo que nos gusta, pero es importante aprender sobre las opiniones y creencias de los demás. Construir puentes significa entender y respetar las diferencias.
Educación mediática: (BrainPop Español | YouTube): Un video animado sobre la importancia de la Educación Mediática y los intereses detrás de la manipulación de la información.
“Educar para hacer frente a los medios de comunicación”. (El Correo de Andalucía): En este artículo, Ramón Reig, autor del libro Evolución, Historia y Comunicación en un mundo digital (2020), explica cómo el negocio de los medios de comunicación ha cambiado con la aparición de oligopolios que afectan la calidad de la información.
La alfabetización mediática. (BBVA | YouTube): En esta interesante entrevista, Esther Wojcicki, periodista, educadora y vicepresidenta del consejo asesor de Creative Commons de Estados Unidos, describe la importancia de la educación en medios y argumenta sobre la urgencia de una cátedra de periodismo en en el pénsum escolar.
“Así es como Finlandia enseña a los chicos a detectar la desinformación”. (The New York Times): En este artículo, la periodista Jenny Gross relata cómo la educación finlandesa asumió el reto de combatir la desinformación desde el aula y por qué ese país es el más resiliente a ese problema.
Y ahora, Vera deberá prepararse para entrar en la ciudad donde las noticias abundan y sabremos por qué son importantes. El viaje continúa… 😉🌟