«Ya no buscamos las noticias, ellas nos encuentran»

Hola soy Génesis Tobón de la Fundación para la Libertad de Prensa.

Arrancamos nuestra tercera semana hablando de cómo ya no buscamos las noticias, ellas nos encuentran.

Hoy en día, las noticias están en todas partes y nos llegan por todos los medios posibles. Ya no dependemos únicamente de los medios de comunicación masivos para informarnos sobre lo que está sucediendo en el mundo. Las redes sociales y la tecnología han cambiado el paradigma de cómo recibimos y compartimos las noticias. “Ya no buscamos las noticias, ellas nos encuentran”, dijo Erik Qualman, autor del libro Socialnomics para sintetizar la transformación de la cultura mediática y cómo la información nos llega por diferentes canales y fuentes. Este cambio ha tenido un gran impacto en la forma en que consumimos y entendemos la información.

¿Qué ha cambiado?

Para responder esta pregunta hagamos juntos un viaje en el tiempo. Vamos a explorar los hitos más importantes en el mundo de la comunicación, desde los días del modesto periódico hasta la maravilla sofisticada que es Internet.

La primera parada de nuestro viaje es la imprenta. El invento de Johannes Gutenberg en el siglo XV supuso un cambio radical, ya que hizo posible la producción de libros y otros materiales escritos a gran escala. Esto condujo al surgimiento del periódico en los siglos XVIII y XIX, llevando noticias e información a las masas.

En Colombia, la primera publicación de este tipo fue La Gaceta de Santa Fe, en 1785 y el primer periódico propiamente dicho nació en 1791 y se llamó El Papel Periódico de Santa Fe. En el siglo XIX proliferaron muchos periódicos de este tipo y en el XX se consolidaron algunos referentes que siguen circulando hasta hoy, como El Espectador, El Tiempo, El Colombiano, y El Mundo, entre otros.

La segunda estación de nuestro viaje está en el siglo XX, con el surgimiento de la radio y la televisión. Estas tecnologías revolucionaron la comunicación al permitir que las personas escucharan y vieran noticias y entretenimiento en tiempo real. De repente, la gente no tuvo que esperar al periódico de la mañana para enterarse de lo que estaba pasando en el mundo.

En Colombia, la radio llegó en 1929. La primera emisora en funcionar fue la HJN, creada el 5 de septiembre de 1929, bajo el mandato del presidente Miguel Abadía Méndez. Más adelante se crearon nuevas emisoras de naturaleza comercial como La Voz de Barranquilla, La Voz de Cúcuta y La Voz de Bogotá.

Con la radio llegaron también las noticias: quienes sintonizaron estas frecuencias tuvieron la oportunidad de informarse a través de los radioperiódicos, que consistían en el “uso de los micrófonos para la lectura de las noticias presentadas por la prensa escrita”. Con el paso del tiempo y la tecnificación ya no se leían las noticias, sino que se contaban y producían en directo.

Pasaron dos décadas hasta que el 13 de junio de 1954 se realizó la primera transmisión de televisión en Colombia, durante el gobierno militar de Gustavo Rojas Pinilla. A las 7:00 de la noche, desde el Palacio San Carlos y, en blanco y negro, el general fue el protagonista de esa primera transmisión. Los pocos hogares colombianos que tenían el aparato de tubos de rayos catódicos fueron testigos del acontecimiento.

En esa época, tener un televisor costaba mucho dinero. No obstante, con el paso de los años la televisión llegó a más y más rincones del país y sus programas se hicieron cada vez más diversos. Inicialmente, las transmisiones se limitaron a obras de teatro y programas musicales. Luego, la programación incluyó programas de ficción e informativos. En los años ochenta aparecieron los canales regionales y al término del siglo XX se entregaron concesiones a canales privados que diversificaron la oferta.

Estas tres maneras de comunicación tradicional prensa, radio y televisión comparten tres elementos: 1) son de alcance masivo, aunque la radio y la televisión se popularizaron mucho más; 2) cumplen con un esquema de transmisión unidireccional: un emisor (el medio de comunicación) transmite la información a una audiencia (lector, radioyente o televidente). Y tercero, los receptores no tienen una interacción directa con los medios que producen las noticias ni con las audiencias.

Y aquí, nuestra tercera parada: La aparición de internet. En 1991, la posibilidad de enlazar los computadores supuso uno de los cambios más sobresalientes. Al comienzo era un sitio básico con texto y enlaces, pero los diferentes desarrollos la han convertido en una compleja red de intercambio de información.

El nacimiento de las redes sociales nos ha permitido conectarnos y compartir nuestras vidas con otras personas en línea. Ya no se trata de un solo emisor llevando un mensaje a una audiencia pasiva. El auge de los dispositivos móviles nos ha facilitado el acceso a Internet desde cualquier lugar y en cualquier momento. Ahora nuestra comunicación es mucho más inmediata, personal e interactiva.

A medida que continuamos navegando por el panorama de los medios en la era digital, es importante recordar la evolución de la comunicación y el papel que ha jugado la tecnología en su configuración. ¡Quién sabe lo que deparará el futuro!, pero una cosa es cierta: la forma en que nos comunicamos seguirá cambiando.