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Infodemia: ¿informados o influenciados?

Ups, esta ciudad está repleta de información por todos lados. Se siente un poco de agobio. Pensé que las luces de neón me ayudarían, pero me han confundido. Tuki, tu que has viajado tanto, ¿sabes cómo podemos salir de aquí?

Me temo que lo único que puedes hacer es limpiar bien tus binoculares, aprender a clasificar los anuncios y las señales, y elegir solo la información que te interese.

Parece una tarea difícil. Voy a necesitar ayuda. ¡Qué curioso!…

El 15 de febrero del 2020, antes de que se clasificara al COVID-19 como una pandemia, el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró:

“No solo estamos luchando contra una epidemia. Estamos luchando contra una infodemia”. Se refería a los rumores y mentiras que tenían la capacidad de propagarse más rápido que la enfermedad.  Un mes después, el 27 de marzo del 2020, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, advirtió: “Nuestro enemigo común es el #COVID19, pero nuestro enemigo también es una “infodemia” de desinformación”.

Desde entonces, hablar de una infodemia es hablar de la sobrecarga de información en el debate público y en los medios. En tiempos de crisis, esta saturación de mensajes puede ser especialmente peligrosa, ya que los rumores o las mentiras pueden propagarse rápidamente y tener consecuencias en la vida real.

No es que en otros momentos de la historia no se hubieran difundido rumores o falsedades, pero las posibilidades técnicas de la actualidad sí son potencialmente mucho más lesivas. El resultado puede ser la obstrucción de una respuesta efectiva de las autoridades y un incremento de la incertidumbre y la desconfianza entre las personas.

Un ejemplo de esto en Colombia fue durante las jornadas de protesta de noviembre del 2019 y abril del 2021. En esas fechas circularon imágenes descontextualizadas, montajes, mensajes de audio, memes y otro tipo de contenidos que hicieron difícil distinguir qué era verdad de lo que era mentira. La sensación de caos cundió por todas partes.

La pregunta que deberíamos hacernos en estos momentos es si estamos siendo influenciados o si estamos siendo informados. La respuesta está en la manera en que gestionamos la información. Veamos tres argumentos que sugieren que somos más vulnerables a la influencia, pero también tres salidas prácticas.

Primero: Tenemos la tendencia a buscar información que confirme nuestras creencias y opiniones. Eso es lo que el psicoanalista Peter Wason llamó en 1960 el “sesgo de confirmación”.  Esta propensión nos deja atrapados en un limitado grupo de perspectivas y nos hace vulnerables a la influencia de fuentes que se alinean con nuestros propios sesgos. Sin embargo, internet ha hecho posible que accedamos a una gama más amplia de perspectivas y fuentes de información que nunca. Esta ventaja supone una mayor diversidad de puntos de vista y opiniones.

Segundo: Los algoritmos de las redes sociales también contribuyen a dejarnos encerrados en nuestra burbuja de prejuicios,  pues están diseñados para mostrarnos contenido que nos gusta o con el que estamos de acuerdo. Para salirnos de esa espiral, lo mejor es tomar acciones: en internet también hay una cantidad de sitios web dedicados a la confirmación de la información falsa. Más adelante veremos cómo podemos hacerlo por nuestra propia cuenta.

Tercero: Los medios de comunicación a veces usan un lenguaje sensacionalista para llamar nuestra atención con los titulares y por el afán de publicar también pueden caer en la tentación de difundir información falsa. Antes de aceptar algo como verdadero, deberíamos preguntarnos: ¿de dónde salió esa información? ¿Es una organización de noticias de buena reputación o una cuenta de Facebook o Twitter sin identificar? ¿La información se puede confirmar con otras fuentes creíbles?

Depende de nosotros convertirnos en personas críticas y perspicaces con la información, buscando diversas perspectivas y comprobando los hechos antes de aceptar algo como cierto. Al hacerlo, estamos en vía de convertirnos en expertos verificadores de información. ¿Y por que no?, también en productores. Solo así podemos detener el avance de la información falsa.

Tips para recordar

Tip 1. Diversificar nuestras herramientas de viaje Informativo: así como a Vera las luces de neón le hicieron creer que eran de ayuda, hay información que buscamos para confirmar algo que ya creemos. Esto se llama “sesgo de confirmación”. Para evitar quedarnos atrapados en un solo punto de vista, debemos explorar otras fuentes y perspectivas de información.

Tip 2. Romper la burbuja: los algoritmos de las redes sociales a menudo nos muestran información que nos mantiene atrapados en una burbuja de prejuicios. Para salir de ahí, podemos tomar medidas activas para buscar y confirmar información por nuestra cuenta. Como viajeros perspicaces, debemos aprender a explorar más allá de lo que nos muestran las redes sociales.

Tip 3. Evaluar el mapa de la desinformación: en nuestro viaje hay caminos complicados. Del mismo modo, en el mundo de la información, debemos ser cautelosos con las noticias sensacionalistas o información falsa. Antes de aceptar algo como verdadero, debemos preguntarnos de dónde proviene la información y si la fuente es confiable. Es como verificar si un camino es seguro antes de seguir adelante.

Recursos recomendados

Infodemia en tiempos de Covid-19. (Librería Nacional de Medicina): Un artículo que explica el concepto de infodemia, sus características, consecuencias y desafíos y el compromiso de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud para gestionarla y mitigarla.

Riesgos de la desinformación en Colombia. (Universidad de los Andes): Este artículo presenta los resultados de un estudio realizado por el Centro de Estudios en Periodismo (Ceper) de Los Andes y la firma Global Desinformation Index, que evaluó 34 sitios web de los medios de comunicación más leídos y reconocidos en el país. El objetivo era identificar los riesgos de desinformación y las falencias en las políticas editoriales y las fuentes de financiación de dichos medios.

El impacto de la infodemia en América Latina. (CNN): En este video, Dmitry Bestuzhev, líder del equipo de investigación y análisis de Kaspersky para América Latina, analiza los resultados de un estudio que revela que el 75 por ciento de los latinoamericanos se siente saturado de información como consecuencia del exceso de noticias durante la pandemia, describe el hastío y las afectaciones que produjo la saturación de información al respecto del Covid-19.

Actividad 2 - Infodemia

Ahora te invitamos a que desarrolles el siguiente taller y pongas en práctica los conceptos desarrollados en esta semana de trabajo.

Recuerda que la actividad se encuentra habilitada por tiempo limitado. ¡Sigue adelante!​

Después de repasar los temas sobre qué es la educación mediática e informacional y los riesgos de la infodemia, escribe una breve reflexión en la que expreses tu opinión sobre la importancia de estar bien informados (máximo 200 palabras).

● Compártelo en el foro con otros compañeros que podrán intercambiar ideas contigo. 😊

Recuerda que la actividad se encuentra habilitada por tiempo limitado. ¡Sigue adelante!​
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Vera se encontrará con tres amigos muy importantes: los tres mosqueteros de la libertad. Acompañémosle, para ver quiénes son.  🚲🌟